Mauricio Rojas Zúñiga
mrojas@thecupcakemagazine.com
Una exposición de Lourdes Grobet que nos pone en las botas, máscaras y capa de los luchadores, o al menos nos coloca en butaca de primera fila a observar la riqueza de cultura en más de 124 fotografías dentro y fuera del ring. Un universo, historias de vida y una transformación completa de la historia de un país, que pasa por sus legítimos héroes enmascarados. Más allá de una escena violenta, es todo un estilo de vida dentro de nuestro país invitado 2013: México.
No solo con sus obras literarias y grandes autores hacen gala en la Feria del Libro, sino también en las salas 2, 3 y 4 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo nos exponen una excelente pincelada de su cultura y universo paralelo al deporte de Lucha Libre. En pocas fotografías se relata una historia muchísimo más amplia, una experiencia al expectador costarricense de profundizar en un fenómeno desconocido para estas latitudes.
Conocer la historia de «Blue Demon» o «El Santo», incluso también la historia y coraje de varias mujeres, madres y abuelitas que hacen de la Lucha Libre su pasión, su diario vivir y su objetivo de vida. Un contexto que se debe conocer, para pretender siquiera.
La muestra “Espectacular de lucha libre” se compone de 124 fotografías que fueron elegidas entre más de 20 mil negativos. Algunas de estas fotos y otras más, forman parte de un libro de título homónimo a la exposición que estará entre la oferta de la XIV Feria Internacional del Libro. Se relata la historia y personalidades de distintos luchadores mexicanos, desde sus vínculos con la iglesia católica, hasta sus identidades secretas.
Luchadores que destacaban por sus rasgos chinos, por su extrema altura, gordura, o incluso personas de baja estatura dentro del ring. Además los más variados trajes, desde motivos como Star Wars, hasta el hábito blanco de un sacerdote. Un trabajo exquisito e inquisidor de la fotógrafa Lourdes Grobet para exponernos tantísimos detalles, desde lo circense hasta lo dramático en su exposición de 124 fotografías.
“La primera vez que fui a ver lucha libre me resultó muy interesante y me di cuenta de que ahí estaba México, ahí estaba el país que yo quería conocer, el verdadero mexicano, ya no el campesino, sino el mexicano urbano. La lucha libre mexicana se distingue de las demás porque está absolutamente ligada con lo prehispánico en el uso del color, la actuación y el uso de la máscara, que se usa en todos los rituales”, opinó la artista Lourdes Grobet.
La artista afirmó que en 30 años de fotografiar el mismo tema fue descubriendo diversas vertientes, por ello, la muestra inicia con una fotografía panorámica de una desaparecida arena donde se realizaba el espectáculo y otras donde capta las emociones que se generaban en el público. Luego, se interesó por las mujeres que participan en este deporte, así como en los ámbitos personales de la vida de los luchadores, obras que se ubican en una sala dedicada al retrato.
“Mi trato cercano con las mujeres de la lucha libre me dio una visión diferente a lo que es la fuerza de la mujer. Esas mujeres son decididas, rebeldes, han hecho de su vida lo que han querido y se han metido en un mundo masculino con apoyo o no de la familia. Encuentras todo un mundo femenino diferente, muy particular. Esa es la forma como estoy mostrando a las mujeres”, afirmó la artista.
La exhibición estará disponible del 24 de agosto al 28 de septiembre del 2013, en horario de lunes a sábado 9:30 a.m. a 5 p.m. El costo de la entrada general es de ¢1000, estudiantes ¢500, extranjeros $3 dólares. Para niños menores de 12 años y adulto mayor la entrada es gratuita, además, los lunes el ingreso es gratuito para todo público.
Se adjunta además, la exposición «Proyecto Ultravioleta» en Sala 1, que expone la capitalización de la naturaleza y la comercialización de «lo verde», donde podemos colocar en un solo espacio desde las frutas más exóticas y los animales más salvajes en un contexto donde todo lo puedo comprar y todo lo puedo consumir, podés venir y disfrutar de esta exposición de múltiples artistas que te trasladan del espacio «en blanco» a la más profunda selva natural y tropical.
Además, no queda de más pasar un buen momento en la divertida exposición Polisemias, Sala 1.1, donde la artista de intervención Sofía Meneses realiza un interactivo juego con los costarriqueñismos, en modo burla y en modo en serio, nos expone quienes somos, y lo que nuestra cultura dice de nosotros mismos.