Quítate la corbata… usa el corbatín

Escrito por Juan José Rojas Alpízar

jrojas@revistacupcake.com

El corbatín, la pajarita o la corbata de lazo (cualquiera de esos tres nombres es válido) es una pieza considerada desde hace tiempo atrás como propia de actividades elegantes. Hoy los arquetipos han evolucionado y con la consolidación del estilo preppy, este accesorio, amigo infalible del esmoquin, ha salido a la calle para presentarse como uno de los elementos más fuertes  para estos meses.

Elemento de distinción para muchos, famoso por su participación en los Academy Awards, el corbatín tuvo un burdo origen durante las guerras prusianas del siglo XVII, ello pues los comerciantes croatas utilizaron una especie de lazo o bufanda para proteger su garganta del frío, el cual también servía para ligar las aberturas de sus camisas. Implemento que fue copiado rápidamente por la clase alta de Francia, entonces país principal en el campo de la moda, extendiendo su uso a lo largo de los siglos XVIII y XIX.

Con fuerza se ha incorporado este implemento entre las tendencias actuales, de hecho resulta raro encontrar alguna firma que no haya hecho al corbatín propio de su propuesta para estos meses. Y es que de diferentes materiales y colores, las los estilos para combinar son múltiples, todo depende del look que se quiera llevar, pues lucen bien desde con pantalones en colores vivos, hasta con blazers clásicos.

Recomendaciones para lucirlo

Si bien, todo depende del estilo de cada persona, es importante considera el estilo y color a la hora de escoger el corbatín, pues se puede transmitir un mensaje equivocado con el  incorrecto. Ello pues su uso ha sido adoptado a lo largo de la historia no solo por sofisticados personajes como James Bond, sino también por los payasos y strippers masculinos.

La opción de corbatín más recomendada, sobre todo si no se tiene experiencia con los nudos, es el modelo “ready tied”, es decir aquellos que tienen el lazo ya formado, esto porque si amarrar una corbata parece difícil, un corbatín es peor.

Otra de las recomendaciones es elegir bien el lazo, pues existen tres cortes principales: recto, de murciélago o de mariposa. El mejor para los nuevos usuarios es el de corte recto en un tamaño discreto, pues su diseño sobrio permite acostumbrarse al uso de este implemento.

Una vez acostumbrados a su uso, listos y con  la camisa abotonada hasta el cuello (el corbatín debe ocultar este primer botón), es momento para experimentar con materiales y colores, pues este implemento existe desde en seda con tonos flúor hasta en lana con tonos neutros; una vez más, todo depende del gusto.

El corbatín ha llegado para tomar las calles, pues ya no se requiere del esmoquin para lucirlo, pues también va bien con blazer y ropa informal… ¡Todo está en arriesgarse a experimentar!