Bloggers y street style: Fenómenos que cambiaron la moda

Comencemos por lo básico y es que algunos pensamos que el fenómeno del Street Style es reciente, sin embargo su historia se remonta a los años veinte. Con el auge de las agencias de fotografía, los periodistas y la necesidad de información, ciudades como Nueva York o París vivían una explosión de fotógrafos que entre otras cosas se encargaban de retratar la sociedad desde este punto de vista.

El fenómeno blogger nace a mediados de los años 90 en Estados Unidos y en 1999 empieza a difundirse de forma masiva el uso de blogs. Nacen webs y herramientas centradas en el alojamiento de blogs como “Open Diary” (1998) o “Blogger” (1999).

Bloggers

Pero, es hasta 2005 que estos dos fenómenos se fusionan con la creación del primer blog de moda The Sartorialist, propiedad de Scott Shumann, quien comenzó a publicar fotos realizadas a diferentes personas en Nueva York. Hoy es el blog de moda más visitado del mundo y Schumann uno de los estilistas más solicitados. Es considerado además como una de las personas más influyentes en comunicación y moda.

Este fenómeno ha logrado crear un diálogo entre el mundo de la moda y la calle,  mostrándole a los creadores que las verdaderas tendencias se encuentran precisamente  en la gente de a pie, que cada día combinan sus prendas y las acompañaba de complementos diferentes para crear diversos looks.

Cambiando los patrones de comportamiento

Los blogs que escriben sobre moda están acaparando en muchas ocasiones más protagonismo que muchos editores y periodistas de revistas de moda. Así, los blogs actúan como verdaderos medios de información especializados en el tema, ejercen como estilistas y suponen una herramienta muy útil para la publicidad.

Bloggers-3

Este fenómeno a parte de popularizar el gusto por el estilismo y la vestimenta ha conseguido convertirse en una gran tendencia social con un elevado número de seguidores que ha comenzado a cambiar los patrones de comportamiento del sector de la moda. Las empresas se han visto obligadas a cambiar su forma de actuar en el mercado, ampliamente dominado por las tecnologías de la comunicación, y respecto al público, más dinámico y mucho más exigente.

Un ejemplo claro es el diseñador Marc Jacobs, quien diseñó un bolso en honor al bloguero filipino Bryan Boy. Marcas como H&M, Women Secret, Krack, Trucco entre otras lanzan colecciones de ropa y calzado diseñadas por blogueras. Otro caso interesante es el de la revistas Glamour, el año pasado llevó a cabo la primera edición de Glamour Street Fashion Show & El Corte Inglés. Un concurso, cuyo objetivo era  encontrar a la mejor Street Styler de España, el cual contó  con cerca de 1.400 participantes.

Bloggers-2

En nuestro país, recientemente Michael Kors invitó a los bloggers nacionales para apoyar su campaña WATCH HUNGER STOP, en la cual ellos debían de subir una fotografía a redes utilizando la camiseta especial.

La gran lanzadera de iconos modernos

Este fenómeno también ha servido para lanzar a la fama a muchas it girls que se han convertido en fashion icon, entre ellas destaca Olivia Palermo, quien fue descubierta por el fotógrafo Patrick McMullan. Tras ella vinieron nuevos iconos como Alexa Chung o Poppy Delevingne, pero también se desató el fenómeno ego-blogger: aquellas chicas que, cansadas  de esperar a que un reputado fotógrafo de street style se fijara en ellas, decidieron hacerse las fotos a sí mismas, tal es el caso de Chiara Ferragni o Hanneli Mustaparta.

En Costa Rica este fenómeno también ha marcado una pauta en la industria de la moda puesto que las revistas de moda dedican páginas donde se alaban los looks de los ticos. Así mismo hay chicas que nos encantan con sus propuestas de looks atrevidos, glamorosos y trendys  como lo son: Andrea Segura (Desde el Trópico), Lissa Barquero (the 5th Paradise), Maga Pöesz (The Market Girl) y Maia Miranda (Maia la Muse).

El street style nos invita a observar lo que realmente está pasando a nuestro alrededor. A escuchar lo que provoca las combinaciones de prendas arriesgadas y sobre todo a descubrir por medio de imágenes lo que una persona quiere comunicar con un elemento tan cultural como lo es la ropa.